Comunicarse en ingles

Tecnología Informal:
Comunicarse en ingles

Escuchá el Podcast en Spotify

Episode Transcript

16 - Comunicarse en inglés - Tecnología Informal Cada año trabajado en el mercado local es un paso en la dirección incorrecta. Todos los reclutadores y entrevistadores que contratan en remoto, lo primero que se fijan es en el inglés. Bienvenidos a Tecnología Informal, un espacio para hablar de carrera, de inversión, de producto, de cultura y de todo lo relacionado con startups. Yo soy Gabriel Benmergui, un programador con más de una década de experiencia viviendo y trabajando en California, Estados Unidos. Una pregunta muy común de aspirantes y trabajadores en tecnología es qué lenguaje de programación deberían aprender y cuál tiene mejores oportunidades laborales. Mi respuesta es siempre la misma: el lenguaje que tienen que aprender bien es el inglés. Aprender inglés es mucho más que hacer Duolingo o mirar series sin subtítulos, y es el determinante más importante de crecimientos y salarios en esta industria. Aprender a programar y tener afinidad con tecnología es esencial, pero entre dos personas que empiezan una carrera en tecnología, el mejor predictor de su éxito profesional va a ser su nivel de inglés. Hoy en día, con el trabajo remoto, hay gente con dos o tres años de experiencia laboral cobrando cinco mil dólares por mes, mientras que hay auténticos veteranos de programación con más de una década de experiencia cobrando menos de mil dólares por mes. Las diferencias entre los mercados remotos y el mercado local en castellano son demasiado grandes, tanto en salarios como en oportunidades. El mercado local termina trabajando en productos chicos y poco rentables, con tecnologías marginales que no tienen futuro, y con un network effect de contactos mucho más débil, ya que sin inglés no se puede escalar a la cima de una empresa de tecnología. Muchos de estos programadores terminan en una consultora que lo que hace es ser una interfaz de idioma, cobrando en dólares y pagando en pesos. Cada año trabajado en el mercado local es un paso en la dirección incorrecta, aprendiendo skills de un mercado que paga poco. Sería mejor dejar de programar y dedicarse solo a estudiar inglés por meses, en lugar de seguir trabajando como programador en el circuito local. Para poder trabajar de manera remota para una empresa americana, hay que llegar a tener un nivel de inglés decente, pero desde ahí el trayecto del lenguaje sigue. Para avanzar a puestos de liderazgo técnico o de management, para poder entender y dialogar con los product managers, para poder lidiar con clientes y también para poder vivir socialmente en Estados Unidos, hay un trecho más largo. El tema es amplio porque, además de la importancia del lenguaje, está la importancia de la comunicación. La efectividad en la comunicación puede variar con la distinta capacidad de inglés. Hay gente con buen inglés que se comunica mal y gente con mal inglés que se comunica bien. Pero vayamos por partes. Todos los reclutadores y entrevistadores que contratan en remoto, lo primero que se fijan es en el inglés. Se le pide al candidato que explique algún tema técnico y se lo evalúa entre uno y cinco, cinco siendo nativo y tres sería conversacional. Los candidatos en nivel tres siempre están en la cuerda floja porque, aunque sepan comunicarse generalmente, al momento de explicar términos técnicos se traban mucho más. Tener que ejercitar la parte técnica y la lingüística a la vez es muy difícil. Los candidatos por debajo del tres son directamente descartados sin importar su conocimiento técnico o experiencia. Cada año trabajado en el mercado local es un paso en la dirección incorrecta, aprendiendo skills de un mercado que paga poco. Sería mejor dejar de programar y dedicarse solo a estudiar inglés por meses. Todos los reclutadores y entrevistadores que contratan en remoto, lo primero que se fijan es en el inglés. Para llegar a ser un tres, uno tiene que poder hablar sin intercalar palabras en español, sin tomar pausas prolongadas, escuchar bien sin perderse palabras y entender la jerga técnica. A veces los reclutadores no se animan a decirte que te rechazan por el nivel de inglés, pero en general es bastante obvio. Si vos te autoevaluás por debajo del nivel tres, te faltan las bases de vocabulario, gramática y ejercitación conversacional. Para llegar al tres hay varios caminos. A pesar de que las certificaciones no sirven para los empleadores, el proceso para aprender y aprobar una certificación sí. El famoso First Certificate de Cambridge es un examen muy popular de inglés en Argentina y es el nivel suficiente para poder trabajar y conversar en inglés efectivamente. Prepararse para este examen es uno de esos caminos. A mí me sirvió apuntar a un examen para aprender japonés, aunque todavía estoy en un nivel, digamos, dos de cinco. La realidad es que la manera más rápida y efectiva de adoptar un nuevo idioma es un programa de inmersión. Un programa de nueve horas por semana hace maravillas en el idioma, y hay programas aún más intensivos, donde uno directamente se pasa semanas en un país extranjero hablando inglés, 24/7. Yo aprendí francés en la alianza francesa haciendo nueve horas por semana, y a los dos meses estás hablando de política con el profesor. Es un proceso auténticamente mágico. Lo que sí no funciona es anotarse a un instituto para estudiar dos horas por semana y hacer ejercicios escritos de gramática en clase, y compensar con Duolingo. Obvio, cualquier cosa es mejor que nada. Por acá estamos hablando de dejar de cobrar en pesos para cobrar en dólares, hay que tomárselo seriamente. Cuando uno llega al nivel tres, se abren algunas puertas de trabajo remoto. En particular, empresas que decidieron tener un centro de operaciones en Argentina y tienen varios trabajadores en el mismo idioma. Eso hace más fácil aceptar gente con un inglés más comprometido, porque siempre está la posibilidad de dirimir problemas de comunicación con un traductor dentro de la empresa, o delegar las conversaciones claves a los que tengan mejor dominio del idioma. Lo bueno de estar adentro es que, primero, las empresas te dan clases o un presupuesto para educación, con lo que ahora los estudios son gratuitos, y segundo y más importante, que hay conversaciones escritas y habladas casi diariamente en inglés. Con esto uno practica el oído y los músculos para ganar fluidez y práctica. El famoso First Certificate de Cambridge es un examen muy popular de inglés en Argentina y es el nivel suficiente para poder trabajar y conversar en inglés efectivamente. Cuando uno llega al nivel tres, se abren algunas puertas de trabajo remoto. Uno escucha cómo se comunican los americanos y cómo se pronuncian palabras que uno nunca antes había escuchado. Esas son las más graciosas, porque uno intenta adivinar cómo un americano las pronunciaría y termina en cualquier lado. Un clásico de la tecnología es la caché, el sistema para guardar resultados temporalmente para más fácil acceso, que se pronuncia cash (/kæʃ/) en inglés, porque es una excepción fonética. Una vez fui a comprar ropa con dos amigas americanas y leo la palabra escrita chinos, que es un tipo de pantalón estilo caqui, y sorprendido les pregunto, "What are chinos (tʃaiːnos/)?". Se empezaron a reír a carcajadas y me corrigieron que se pronuncia chinos (/tʃiːnəʊs/). Yo indignado porque se queda medio camino entre el español y el inglés. Hace siete años me pasó eso y todavía me gastan. En todo caso, este nivel de exposición lleva a la gente al nivel tres punto cinco. El vocabulario se expande y también se empieza a escribir mails y chats con mucha más frecuencia, y uno empieza a empujar los límites de lo que sabe comunicar. Pero acá es donde viene la mayor trampa del lenguaje, donde se llegó a un nivel de comodidad y practicidad, pero sin excelencia. Avanzar de acá requiere más ambición y voluntad, porque es cada vez más difícil y los frutos son, en proporción, perceptiblemente menores. Además, es un nivel donde la gente piensa que está muy bien y, en realidad, está muy lejos. Para entender esta falsa confianza, tengo una anécdota. Una vez en Japón, un amigo húngaro le pregunta a un japonés en la calle muy fluidamente direcciones. El japonés le responde amablemente y le dice, "qué buen japonés tenés". Fue un shock tremendo, porque ahí me di cuenta de que mi inglés era muy malo. A ver, explico. Por años había escuchado a un amigo argentino hablar en Japón en centenares de situaciones. Este amigo argentino trabajaba como traductor y su dominio del lenguaje era profesional, su japonés era mejor que el de los japoneses. En todo ese tiempo, jamás vi que le hayan dado un cumplido por su idioma. Su japonés era tan bueno que no necesitaba el reconocimiento de esfuerzo o de sorpresa de nadie más, era uno más. A las únicas personas a las que les dicen que tienen un inglés bueno, o bastante bien, son a las que están muy lejos de ser considerados pares de idioma. Y bueno, me lo habían dicho varias veces. El valor de saltar por arriba del 3.5 es que uno empieza a tener la capacidad de crear lenguaje, de utilizar nuevas palabras para nuevos conceptos y debatir y discutir en un nuevo nivel. Acá es donde se destraba la persuasión, los argumentos que pueden cambiar la opinión, donde uno puede ser el compinche, el líder o el coach de un americano nativo. Una pequeña nota más sobre pronunciaciones, que es un tema cultural. Los americanos son muy abiertos y tolerantes a los acentos, pero sí tienen un par de reglas sociales que son distintas a las nuestras. Una regla es que, aunque uno tenga acento, tiene que haber una buena voluntad en pronunciar las cosas como el oyente las quiere escuchar. Esto se nota primero con los nombres. A mí, que tengo un nombre muy corriente, me preguntan siempre cómo pronunciarlo, porque no quieren decirlo en inglés sabiendo que en castellano suena distinto, sin mi aprobación. Ya es casi un reflejo para mí que me digan cualquier cosa menos Gabi. Pero esto puede pasar también con nombres de empresas o de otras personas. No se le dice Alejandro a Álex, y tampoco se le hace una pronunciación en castellano a nombres inventados o extranjeros. Hace poco, un conocido me contó la historia de que la empresa tenía un nombre japonés y él pronunciaba en japonés, mientras el entrevistador, que era fundador, pronunciaba la palabra en inglés. Como su inglés era muy bueno, el entrevistador vio esto primero como una curiosidad y luego como una falta de respeto. Eventualmente, el entrevistador le dijo "no hace falta que lo digas tan bien, podés pronunciarlo como todos". Nosotros, a diferencia de ellos, no estamos acostumbrados a modismos y acentos. Nos burlamos más de alguien que habla con acento chileno que alguien que habla en inglés con acento japonés. Y nos molestan las inconsistencias del lenguaje. Me pasó trabajando en un bar en donde leía la carta en inglés, y les decía las bebidas en inglés, "are you going to have a scotch, a beer?", y les nombraba un vino en castellano, "tenemos un D.V. Catena Malbec", y me miraron como si estuviera loco. El lenguaje cambia y, si es necesario, hay que adaptarse al cambio. El tip es fácil, especialmente con nombres, escuchar cómo ellos lo pronuncian y copiarlo. Esta peculiaridad a veces sorprende a los argentinos, y yo digo que se imaginen qué sería si nosotros en una conversación con un americano, digamos argentinian, y ellos nos corrijan que se pronuncia argentin. Nos daría mucha bronca. Para saltar arriba de 3.5, la única manera es hacer lo que se llama voice coaching. Casi nadie sabe qué es un voice coach, así que voy a explicar por qué es necesario y por qué ninguna de las herramientas más populares del lenguaje sirve. Los americanos son muy abiertos y tolerantes a los acentos, pero sí tienen un par de reglas sociales que son distintas a las nuestras. Una es que, aunque uno tenga acento, tiene que haber una buena voluntad en pronunciar las cosas como el oyente las quiere escuchar. Esto se nota primero con los nombres. El tip es fácil, especialmente con nombres, escuchar cómo ellos lo pronuncian y copiarlo. Nuestro cerebro y nuestros músculos faciales se van osificando en nuestras percepciones y acciones, y levantamos malos hábitos, tanto en el oído como en el habla, que afectan muy negativamente nuestra capacidad de pronunciar bien. La forma en la que hablamos es muy inconsciente. Aprendemos practicando desde muy chicos, pero de grandes el cerebro no es tan plástico, y en lugar de copiar exactamente los sonidos y movimientos, hace atajos para llegar de manera más rápida. Nuestro propio cerebro nos engaña, haciéndonos creer que cuando hablamos en nuestra cabeza suena un inglés muy bueno, pero cuando sale, bueno, cualquier cosa. Es prácticamente imposible salir de acá solo, justamente porque el error es muy interno. Un ejercicio para el oyente para explicar esto. Piensen cómo se dice la palabra metal en inglés y díganla en voz alta. Ahora piensen, ¿cómo se dice la palabra medalla en inglés y díganla en voz alta? ¿Notan la diferencia de la pronunciación? Si la respuesta es sí, bueno, vos necesitás voice coaching. Las dos palabras se pronuncian exactamente igual en el inglés americano. Además, aún si uno tuviese el oído perfecto, faltarían los músculos, la posición de la lengua, la fuerza de la voz. Cuando yo hice clases de voice coaching eran sesiones de cuarenta minutos y cuando salía tenía la mandíbula y los músculos de la cara exhaustos. Desarrollar los músculos se vuelve importante, como si fuesen músculos de la espalda para la postura. Sin tenerlos, es imposible hablar bien por un tiempo prolongado, y uno terminaría en una mala posición. Aún así, falta toda una parte sobre la entonación y el énfasis en las oraciones, clásico de la gente que piensa en castellano cuando habla en inglés. Por ejemplo, uno dice la frase te estoy esperando hace media hora, pero en inglés se hace énfasis en lo último o lo importante en una oración. I been waiting for half an hour. Otra cosa que me llamó mucho la atención es el tema de la velocidad con la que hablamos. Nuestro word per minute en castellano es muy alto y naturalmente lo tratamos de repetir en inglés, pero con el problema de que lo pronunciamos peor y le ponemos mucho estrés al oyente. El truco más fácil de aprender que mejora tu comunicación es reducir la velocidad y hablar muy lento, digo lento en serio, lento como que te sentís mal de lo lento que hablás. Cuando tomé las clases de voice coaching, me taladraron esta lección. Tenés que exagerar todas las consideraciones del lenguaje, la velocidad, las pronunciaciones, hasta el punto de que vos te percibís una caricatura de vos mismo. Resulta que cuando uno cambia la forma de hablar solo un poco, la percibe mucho más grande de lo que es, entonces, exagerando es la manera para llegar al nivel de corrección correcto. En un momento había bajado tanto la velocidad que le digo a la coach: “me siento un tonto hablando así”. Y me contestó: “esa es la velocidad perfecta, quédate acá”. Cuando hice mi entrenamiento de voice coaching, fui alrededor de cuatro meses y fue un cambio rotundo. Cuando volví a Argentina, los extraños me preguntaban si yo era argentino, hasta mi castellano se había transformado por el ejercicio de musculatura y entonación. Lamentablemente, mucho se pierde cuando uno vuelve a hablar en castellano, porque hacen una regresión los músculos y los hábitos, aunque el resultado de este proceso sí da beneficios permanentes. Y también herramientas para, con un poco de concentración, ayudar a hablar mejor en situaciones clave. Silver.dev maneja una comunidad de Slack exclusiva para programadores con más de cinco años de experiencia laboral, donde hablamos de noticias, finanzas, el podcast, oportunidades laborales y, por qué no, chismeo. Además, hacemos meetups en persona y conseguimos promociones de servicios para programadores. Unite al Slack de la comunidad aplicando en silver.dev/slack. Bueno, ahora estudiaste inglés, trabajaste, hiciste voice coaching, sos un cuatro cuatro punto cinco de inglés. Como que ya está, ¿no? Bueno, no. En este nivel, uno ya empieza a ser competitivo con los pares americanos y tiene que aprender las herramientas de comunicación que aprenden los americanos, que no necesitaron la odisea de aprender el segundo idioma. Como dije antes, la comunicación es un campo amplio y nos quedan un par de temas a resolver. Uno de ellos es escribir. Para pasar de ser un senior engineer a un staff engineer o un manager, hay que volverse bueno escribiendo. Desde el vamos, yo no puedo vivir sin Grammarly. El autocorrector de Google se ha quedado atrás en calidad, y Grammarly es un compañero fundamental para no mandar mails con errores gramaticales clásicos, como terminar oraciones en preposiciones, usar palabras y frases verbales equivocadas, etcétera. Pero más allá de eso, hay que desarrollar un buen sistema para presentar ideas, particularmente las técnicas y organizacionales. No se puede proponer una idea con una frase al aire en una stand up. Hay que escribir un documento que explique la estructura de una decisión, qué problema queremos resolver, cuáles son las opciones, las idas y las vueltas técnicas. Hay que desarrollar claridad mental para exponer ideas. En este aspecto, lo más fundamental es la práctica. Escribir mucho y recibir feedback sobre lo que uno escribe. Esto se volvió tan famoso que es un trend de la industria hacerse un Substack, un newsletter, escribir libros, blog post, como parte elemental del crecimiento de carrera de los desarrolladores. La empresa más famosa en este aspecto es Stripe, que hasta creó una rama de publicación de libros llamada Stripe Press, como para engranar en el ADN una cultura de escribir. Otra empresa famosa sobre este tema es Amazon, donde todas las meetings requieren que el organizador o presentador de la meeting tenga por escrito todo el tema a discutir, y todos los participantes tienen que leer el documento antes de ponerse a opinar y debatir qué hacer. Para pasar de ser un senior engineer a un staff engineer o un manager, hay que volverse bueno escribiendo. Hay que desarrollar claridad mental para exponer ideas. En este aspecto, lo más fundamental es la práctica. Escribir además es importante para los que tenemos inglés de segundo idioma, porque es un área donde podemos competir mejor con los americanos. Si solo pudiésemos presentar ideas verbalmente, la elocuencia y facilidad de los americanos tendería a ganarnos fuertemente, pero escribiendo podemos pasarnos más tiempo para pulir el mensaje y ganarles de mano. Es un auténtico ecualizador comunicacional y además es una enorme palanca. Lo que uno escribe lo lee mucha más gente que la que te escucha. Yo escribí artículos y documentos técnicos en Robinhood que decenas de personas leyeron, en lugar de un monólogo en una meeting de dos o tres personas. Comunicación da para largo, pero voy a hablar de un último tema: public speaking. Si en general en el idioma los nativos le ganan a los bilingües, en public speaking los extrovertidos le ganan a los introvertidos. Hablar en una reunión, en una presentación de la situación clave es un skill fundamental. Yo nunca tomé clases de public speaking, así que no puedo hablar ni bien ni mal de la disciplina, pero que aprender a hablar en público hace una diferencia es obvio. Imagínense llegar a Estados Unidos en su primera semana de trabajo y tener que presentar a treinta personas, inclusive a tu jefe, un proyecto de Hackathon que hiciste en un inglés medio pelo con un micrófono y una pantalla atrás. Me sudé la vida, me tomó varios de esos eventos convertirme en un sinvergüenza y encontrar mi propio estilo comunicacional. Yo soy extrovertido y lo único que hice fue repetición, aprovechar cada situación para hablar en público y sacarse el miedo. No sé si soy bueno, pero al menos no sudo más. Los introvertidos, sin embargo, están en una situación más precaria, porque evitan todas esas oportunidades de hablar en público, y luego, cuando se vuelve vital e importante, no tienen la práctica o el temple. Mi recomendación es que hay que encontrar la voz de uno, la forma, el medio y el estilo, donde uno se siente cómodo y llegar al punto donde no se le tiene miedo a nada. La comunicación es un skill clave para mejorar oportunidades laborales. Es difícil y requiere esfuerzo explícito, pero del otro lado hay grandes premios monetarios y de éxito personal. Si les gustó el podcast de hoy, se vienen muchos más. Suscribite al podcast en Spotify o seguime en Twitter, en @Conanbatt, para estar al tanto de todo el contenido. Hasta la próxima.