18 - Invertir en dólares - Tecnología Informal La diferencia entre el mejor rendimiento y el ejercicio de inversión que te guste hacer como individuo es mucho menor que la diferencia entre invertir y no invertir. Bienvenidos a Tecnología Informal, un espacio para hablar de carrera, de inversión, de producto, de cultura y de lo relacionado con startups. Yo soy Gabriel Benmergui, y soy un programador con más de una década de experiencia viviendo y trabajando en California, Estados Unidos. La disciplina de la inversión es un campo amplio y complejo del que hay contenido infinito. Los argentinos invierten poco y mal, y los programadores remotos dejan frecuentemente saldos quietos en una cuenta de banco. En el episodio de hoy, vamos a hacer un pantallazo de por qué invertir, qué opciones hay para empezar y cómo dar los primeros pasos. La educación financiera es un desafío en todo el mundo, inclusive en Estados Unidos, donde la participación de la población en acciones y la bolsa es la más alta del mundo. Aproximadamente el 60% de los adultos de 30 años en Estados Unidos tiene acciones, pero eso te deja a decenas de millones de personas afuera del sistema. No hay números oficiales confiables en Argentina, pero seguro son muchísimo peores. Mirando el historial socioeconómico de Argentina, además, es un milagro que la gente siquiera intente. En el top cinco del ranking global de los peores crashes de mercado de la historia, Argentina tiene el puesto dos y tres, con la crisis del 2001 y las elecciones del 2019. Además, entre confiscaciones, política cambiaria, impositiva, inestabilidad regulatoria, y dije confiscaciones ya, hace todo que sea más difícil e inseguro. Pero no nos confundamos. Sin invertir, uno limita el camino más importante para la riqueza y la independencia financiera, y va a tener que suplir ese faltante con más trabajo y más sacrificio personal. Pongamos estos números para que quede claro. Si una persona ahorra cinco mil dólares por año por 40 años y no los invierte, se va a retirar con una cuenta de banco de 200 mil dólares, sin contar los estragos de la inflación en el valor de esos ahorros. Pero si esta persona invierte anualmente ese dinero y consigue un retorno del cinco por ciento anual, se va a retirar con seiscientos tres mil dólares. Este cálculo financiero se llama future value, y se puede hacer en un Excel o una calculadora online. Para que la persona que no invierta alcance al que sí va a tener que triplicar su tasa de ahorro, lo que significa trabajar más o consumir menos. Si es tan gratis hacer mucha plata invirtiendo, ¿cómo puede ser que funcione? ¿De dónde salen las ganancias de invertir? Desde una perspectiva teórica macroeconómica, la inversión es sacrificar el consumo de hoy para producir más efectivamente y poder consumir más en el futuro. Primero viene el ahorro, la limitación de consumir todo el ingreso hoy, y luego la puesta en utilidad de ese excedente para mejorar la productividad. En el proceso más clásico de inversión, el capital gastado permite construir nuevas soluciones que provean servicios y bienes mejores, en mayor cantidad y más baratos. Esto permite al productor tener muchísimas más ganancias que las comparte con el inversor. El productor, al aceptar inversión, está vendiendo valor futuro de su proceso creativo, apostando que pueden ganar todos, en lo denominado coloquialmente "agrandar la torta". La inversión es una apuesta a un evento futuro, por lo que está sometido al riesgo, a eventos de fuerza mayor, a fraude, a fracaso. Pero en su totalidad, agarrando todas las posibilidades de inversión juntas, el agregado da positivo, y es obvio. Cada año sabemos hacer las cosas mejor que el año anterior, tanto por experiencia como por innovación creativa y tecnológica. La maquinaria por excelencia que escaló el proceso de inversión es la bolsa o el llamado mercado financiero. Este mercado permite invertir con reglas muy concretas y de manera muy flexible. Los productores venden parte de su aparato productivo con acciones o piden deuda en forma de bonos, que les permite financiar sus operaciones. Y los inversores eligen acorde sus metas de inversión y apetito al riesgo. El mercado financiero es muy sofisticado, y uno puede dedicarse la vida a entender cómo funcionan las opciones, los futuros o generar alfa, lo llamado una ganancia por arriba del retorno del mercado general. Antes de ir a lo práctico, pagamos un disclaimer. Todo lo que digo en este podcast no es asesoría financiera, sino opiniones personales en base a mi experiencia. La asesoría financiera es una profesión regulada en todos los países con responsabilidades éticas y legales bien definidas. Dar el primer paso para invertir puede ser abrumador. No saber qué ni cómo comprar, cuánta plata invertir, qué va a pasar, etcétera. Hay que superar esta barrera de incomodidad porque cada día fuera del mercado es perder plata, y a la larga reduce tu capacidad de llegar a objetivos financieros que te dejen seguro, satisfecho y cómodo. Lo más importante es empezar, y para eso tengo algunos tips. Lo primero que hay que hacer es poner en claro los objetivos. ¿Qué querés lograr con la inversión? ¿Jubilarte, comprar una casa, dejar una herencia, tener un objetivo con más significado que hacer más plata? Darte motivación y ayudarte a empezar a elegir las opciones que ofrecen los mercados. Con esto, se va dilucidando el horizonte de inversión, es decir, cuántos años se espera antes de tomar frutos de esa inversión. Lo primero que hay que hacer es poner en claro los objetivos. ¿Qué querés lograr con la inversión? ¿Jubilarte, comprar una casa, dejar una herencia, tener un objetivo con más significado que hacer más plata? Darte motivación y ayudarte a empezar a elegir las opciones que ofrecen los mercados. Luego, el apetito al riesgo y la ambición. Luego, el apetito al riesgo y la ambición, si uno quiere tener más ganancia, aceptando más riesgo. ¿Qué significa riesgo en inversión? Bueno, es una pregunta súper compleja, porque al invertir uno está haciendo apuestas al futuro, y entender el riesgo es entender cuáles escenarios pueden ocurrir en el futuro que te afecten negativamente. Siempre está el riesgo de que la empresa que compres quiebre, que el bono que compres entre en default, o sea, que no pague, que haya inflación, que caiga la industria, que haya devaluación, que haya volatilidad justo cuando querías sacar la plata para comprarte una casa. A la larga, invertir es mejor que no invertir, pero entender los riesgos sirve para armar un plan para tus objetivos, tus apetitos y no sucumbir a eventos desafortunados o entrar en pánico cuando las cosas no salen como uno espera. Lo siguiente que recomiendo, patentado por Gabriel Benmergui, es tener todos los papeles y cuentas listas para poder realizar inversiones, aun si todavía no te sentís cómodo para apretar el gatillo o no sabés qué hacer. Abrir una cuenta de bróker es gratis, aunque es un poco engorroso. El único servicio que hizo un onboarding hermoso que yo conozca es Robinhood, pero lamentablemente todavía no aceptan a inversores que no sean residentes americanos. Si tienen una cuenta de banco en Estados Unidos, pueden abrir cuenta en TD Ameritrade, Fidelity, Interactive Brokers, fondear la cuenta y operar desde la web. Si no obtienen una cuenta de banco, pueden usar TradeStation, que acepta depositar fondos en crypto. Este proceso puede tomar semanas entre idas y vueltas. Todos los brokers te van a pedir información de identificación personal, pasaporte, documentos que prueben tu residencia en Argentina e identificación fiscal. Esta información no la comparten con el fisco argentino, están protegidos por el secreto bancario, al igual que las cuentas bancarias. Con la cuenta hecha con fondos, va a ser mucho más fácil comprar el primer activo, sean bonos, acciones, fondos de inversión o hasta crypto. Para una experiencia más dedicada a crypto, también puedes abrir cuentas en exchanges como Binance, Gemini o Coinbase. Aunque los brokers ofrecen crypto, suele ser una oferta reducida y una experiencia menos optimizada. Con todo esto hecho, llegó el momento de decidir en qué invertir. Sabés un poco de lo que querés hacer y tenés la capacidad mecánica de invertir, pero ¿cómo elegir en qué? ¿Qué te hace un buen o mal inversor? ¿Qué es una buena o mala inversión? La inversión es un campo gigantesco con ideologías e interpretaciones distintas, y es un espacio muy competitivo, donde gente muy inteligente y con muchísimos recursos frecuentemente pierde plata. Tanto en términos teóricos como prácticos, es imposible saber cuál es la mejor inversión disponible para uno. Aun una supuesta mejor inversión necesariamente sigue las preferencias, los gustos y las ideas del inversor. La diferencia entre el mejor rendimiento y el ejercicio de inversión que te guste hacer como individuo es mucho menor que la diferencia entre invertir y no invertir. Por eso, yo recomiendo encontrar esas ideas alrededor de la inversión que te atrapen, consumir contenido al respecto y ver de participar de las comunidades que se generan alrededor de ellas. En las comunidades de inversión, uno encuentra información, tips, explicaciones, ideas. Ojo, no es asesoría profesional, pero invertir como querés es un excelente primer paso a este mundo. Visitemos algunas de estas ideas. Capaz, la mayor revolución de inversión para el llamado retail investor, el inversor no profesional, la empezó John Bogle, el fundador de Vanguard. Bogle decía que los fondos de administración activa de inversión, es decir, donde la gente elegía activos financieros en nombre de los depositantes, eran generalmente una estafa. Primero, porque por definición es imposible que todos los fondos le ganen al mercado, por lo que el inversor tiene que volverse bueno en elegir fondos, y volvemos al desafío de la selección. Segundo, porque aun si hay fondos que le ganan al mercado, sus costos de administración y honorarios se comerían la ganancia. Por eso, Bogle inventó los fondos índice, fondos que de una manera mecánica invierten de manera de replicar índices de mercado, que incluyen a muchas empresas simultáneamente, logrando la mayor diversificación posible y un costo de administración ínfimo. En un fondo de administración activa se puede llegar a cobrar hasta dos por ciento anual de los activos y veinte por ciento de la ganancia. El fondo Admiral Shares Total Index de Vanguard cobra una comisión anual de 0.04%. La filosofía de Vanguard es: “timing the market, bits timing the market”. En vez de tratar de ganarle al mercado, participá del mercado y hacelo de manera pasiva. Comprá fondos índices, invertí todos los meses y olvidate si sube, baja y si cambian los precios. Esto dio lugar al famoso inversor pasivo, que se estima al día de hoy compone el 30% del mercado. Vanguard y BlackRock juntos administran billones de dólares de esta manera. Los seguidores de esta filosofía se autodenominan los Bogleheads, y tienen una aversión a que la gente compre y venda acciones, el llamado trading, o haga cualquier selección activa. Se puede leer mucho más sobre esta idea en el libro de Bogle, "Common Sense Investing". Una corriente que muta con cada generación pero persiste es la FIRE, Financial Independence, Retire Early. Esta comunidad es muy fuerte en Reddit, y son gente que basa toda su filosofía de inversión en un enorme estudio longitudinal denominado el Trinity Study. En este estudio se explica que si uno retira de su fondo de acciones americanas al 4% anual, puede tener una jubilación segura para toda la vida, es decir, sin pérdida de capital. Con la base de este concepto, la idea es juntar suficiente capital para que ese 4% alcance para vivir, por lo que es necesario hacer un cálculo de con cuánta plata uno se quiere retirar y también el camino de ahorro necesario para llegar ahí. La cantidad de años de ahorro necesarios se deducen de una calculadora con una lección brutal. A medida que baja tu tasa de ahorro, la cantidad de años de trabajo para retirarse sube exponencialmente. Si uno ahorrase el 60% de su salario, uno se podría retirar en doce años de trabajo. Si uno ahorrase solo el 10%, tiene que trabajar cincuenta años. Por eso, en esta comunidad, lo más importante es la tasa de ahorro. Son muy agresivos al respecto, son los auténticos frugales de la inversión. Se comparten tips de cómo ahorrar en café, en comida, en transporte, abogan por usar bicicletas para no gastar en nafta, comprar autos usados, vivir en espacios chicos, utilizar servicios públicos, etcétera. Lo simpático de las ideas de esta comunidad es que aplican a todos los ingresos, porque son fórmulas porcentuales. Una persona ganando un millón de dólares tiene desafíos conceptualmente similares al que gana cincuenta mil, aunque en otra escala de gasto. Ambos necesitan ahorrar ese 60% de salario para retirarse en doce años. Moviéndonos a la selección activa de instrumentos, vienen los bufetetistas. Warren Buffett es tal vez el mejor inversor de todos los tiempos. Compró una empresa textil y la transformó en una holding company de inversión hace seis décadas, llamada Berkshire Hathaway. En los últimos cincuenta y cinco años, le ganó al mercado de manera consistente y por un margen altísimo. Si hubieses invertido mil dólares en Berkshire en 1965, hoy tendrías veintidós millones de dólares. Si hubieses invertido en un índice como el Standard and Poor's, que sigue a las quinientas empresas más grandes del mercado, tendrías veintidós mil dólares. Es una diferencia de mil veces. Buffett vino con ideas muy concretas y atractivas. Comprar acciones es comprar un negocio, y lo que importa es ser dueños de un buen negocio en un buen mercado con buen management. Buffett, anualmente, junto con su socio Charlie Munger, produce una carta a los inversores llamada la "Shareholders Letter", que es una delicia de la industria financiera. Cuentan con mucho detalle cómo ejecutan sus ideas de negocios, cómo eligen empresas y cómo invierten. El bufetetismo es muy popular en la gente que hace el llamado análisis fundamental, la evaluación de negocios por su calidad, y que cuando los precios bajan en buenas empresas son oportunidades de compra. El mercado financiero argentino está lleno de bufetetistas, aunque como filosofía está quedando vieja. Los mercados son más eficientes y aun a Warren Buffett le cuesta hoy en día superar los retornos del mercado. Si te interesa más de esta filosofía, el mejor libro que existe es el del mentor de Warren Buffett, "The Intelligent Investor". Una compilación accesible llena de tips y curiosidades sobre cómo elegir acciones y bonos, cuándo comprar y cómo no dejarse engañar por las sirenas del mercado financiero. El último fenómeno de comunidades de inversión es Wall Street Bets, un foro de Reddit. En los últimos años se creó un nuevo movimiento formalmente llamado Momentum Investors. Con la utilización de redes sociales, mucha gente se agrupa alrededor de tendencias, productos y actividades de trading en particular, y participan muy activamente, haciendo muchos trades en un día, tanto al alza como a la baja de los activos. Esta comunidad fue alimentada, si no creada, por Robinhood. Previo a Robinhood, los brokers americanos cobraban comisiones que podían ser diez o quince dólares por operación, haciendo muy difícil hacer muchas compraventas con montos chicos. Robinhood, como estrategia de mercado, decidió ser una plataforma con Mission Free, y creó al usuario que, tal vez solo con mil dólares en una cuenta, compra y vende acciones decenas de veces por mes. La comunidad es muy particular porque tienen un tono de conversación, digamos, políticamente incorrecto. Hay mucho humor self-deprecating, tratándose a sí mismos como tontos o incapaces, mientras uno apuesta la poca plata que tiene. Y la palabra es apostar, como si fuese un casino. Uno no va al casino a ganar cinco por ciento, va a ganar cinco mil por ciento, y para eso hay que usar palanca, opciones y futuros, apuestas arriesgadísimas de poca chance de éxito. Wall Street Bets fue un fenómeno mundial el 28 de enero de 2021, una fecha que fue traumática para todos los empleados de Robinhood, donde la actividad de los inversores fue tan intensa que se rompió la infraestructura legal financiera, concluyendo en restricciones en la compra de varias acciones, principalmente GME, GameStop. Esta comunidad no es una que usaría para aprender a invertir en general, pero es un espacio muy divertido, con muchos memes, chistes y la gente compartiendo sus posiciones financieras. Es una filosofía donde mientras más perdés, mejor, porque lo que importa es la diversión y la locura. ¿Quién se puede olvidar del pibe que hizo seiscientos mil dólares en un día y lo perdió todo al día siguiente? Lo bueno de ver a alguien perder seiscientos mil dólares es que no sentís culpa en poner mil dólares y perderlos. Pero en el camino tomaste una cuenta de bróker y empezaste a operar en serio en un mercado financiero, por lo que estás mucho más cómodo para armar una cartera responsable. Por un tema de costumbre y, un poco, falta de conocimiento financiero, una gran parte de programadores invierte solamente en crypto. Crypto es una categoría de activos muy riesgosa con mucha volatilidad de la que no se sabe qué va a pasar dentro de diez o veinte años. Yo soy muy pro-crypto, hasta trabajo en la industria, pero que el único instrumento de inversión sea crypto es un poco irresponsable. En crypto se puede invertir en el sistema DeFi, donde uno puede prestar su crypto por un retorno. Plataformas argentinas como VeloApp, Lemon Cash o Buenbit hicieron de esta inversión algo muy fácil y tienen retornos muy atractivos. Luego está la compra de monedas para la especulación pura, comprar bitcoin, ethereum y lo que se llama despectivamente shitcoins, que son monedas de segundo a tercer tier, donde los retornos suben y el riesgo también. Crypto es común en programadores remotos porque muchas veces lo usan para cobrar o mover fondos, haciéndose una herramienta más accesible. Pero por ser accesible no significa que sea buena. Un plan financiero con objetivo claro tiene un portfolio de activos determinado, y crypto no ofrece mucha diversificación para poder satisfacer las preferencias de los inversores. Compatible con la industria de las startups, sería también irresponsable no tener en la cartera algo de crypto. Crypto es una comunidad sumamente libertaria e ideologizada alrededor de la soberanía individual, controlar tus fondos e invertir de manera anónima y sin control estatal. Así, ha dado lugar a un mercado lleno de derivados financieros, súper palancas que se han hecho muy populares en plataformas como Binance o FTX. Yo recomiendo no tocar la palanca de crypto porque de por sí son instrumentos con poco valor esperado, es decir, ajustado el riesgo rinden poco. Pero además es un mercado que no me inspira confianza de que las plataformas no operan en contra de los usuarios. Los exchanges crypto radicadas en paraísos fiscales pueden hacer bastante. También hay esquemas financieros complejos que son difíciles de entender y muchas veces explotables por vulnerabilidades de diseño o contrato. Los riesgos y los costos de transacción son altos. Caveat emptor, la responsabilidad de la compra de activos crypto está en el comprador. Si todo esto es sumamente abrumante, esto de elegir objetivos, abrir cuentas, leer libros, participar en una comunidad, manejar un portfolio, hay una solución que lo arregla todo: el asesor financiero. Un asesor te va a ayudar en todos los pasos, desde formalizar objetivos hasta abrir cuentas de banco o de bróker. El asesor tiene una responsabilidad ética y legal de responder por tus intereses y de comunicarte cualquier conflicto de interés. Es una profesión sumamente regulada en Estados Unidos, con penas de prisión por estafas o malas representaciones. Sin embargo, el trabajador remoto típicamente prefiere un asesor de su país, que entienda la situación fiscal tanto de Argentina como de un extranjero en Estados Unidos. Un asesor te va a recomendar un conjunto de instrumentos que se ajusten a tus preferencias, aunque la decisión final es siempre tuya. Después de todo, es tu plata. Nada que haga el asesor está fuera de tu alcance como individuo, pero si te cuesta dar el primer paso, si tenés los fondos quietos hace más de seis meses, considerá un asesor para poder destrabarte de la situación y empezar a invertir. Las razones para aprender a invertir son obvias e importantes, y hay muchas comunidades e ideas de las que uno puede sacar inspiración. Lo más importante es empezar para adquirir el conocimiento y los músculos para volverse autodidacta. Si les gustó el podcast de hoy, se vienen muchos más. Suscribite al podcast en Spotify o seguime en Twitter, en @Conanbatt, para estar al tanto de todo el contenido. Hasta la próxima.