Tecnología Informal

026. Crypto desde adentro

  • 13:32
  • Fri Dec 12 2025
  • Temporada 1 • Ep. 20

Crypto fue una innovación por fuera de la comunidad de startups y venture capital. El sector miro a crypto a la distancia y se perdieron de uno de los activos financieros mas exitosos de la historia - la vieron desde afuera. En el episodio de hoy hablamos de cómo fueron esos años antes de llegar a la adopción de la industria de la tecnología.

Yo vendí mis 15 bitcoins a 60 dólares cada uno, pensando que hice el trade financiero de mi vida.

Perdieron más de la mitad de los fondos de los usuarios en un ataque presuntamente interno.


Bienvenidos a Tecnología Informal. Un espacio para hablar de carrera, de inversión, de producto, de cultura y de todo lo relacionado con startups.

Yo soy Gabriel Benmergui, y soy un programador con más de una década de experiencia viviendo y trabajando en California, Estados Unidos.

Cripto hoy en día es una tecnología conocida y corriente. Mueve miles de millones de dólares. Captura la imaginación de artistas con NFTs. La utilizan estados como monedas corrientes. Pero ni Bitcoin ni Ethereum nacieron de las startups. Vinieron desde afuera.

En el episodio de hoy vamos a ver cómo las startups experimentaron este fenómeno.


Los orígenes de Bitcoin y la cultura cripto

Bitcoin nació en 2009 con un autor anónimo, Satoshi Nakamoto, y se movía en círculos de fanáticos de criptografía. Los círculos de ciberseguridad y criptografía siempre fueron de fuerte tendencia libertaria, y habían tenido varios experimentos de tratar de reemplazar la moneda.

Peter Thiel participaba de estas comunidades, y en su libro "Zero to One" habla explícitamente de que su idea original de PayPal era reemplazar el dólar americano por un instrumento digital.

En el periodo 2002-2006 surgió Liberty Reserve, una empresa en Costa Rica que tenía un dólar digital convertible, y que fue rápidamente utilizado para lavar dinero y otros usos tradicionalmente ilegales. Este servicio fue cerrado rápidamente por el FBI y sus creadores puestos tras las rejas.

Bitcoin nace con una queja explícita por el arreglo entre los bancos y los estados durante la crisis del 2008. En un ambiente donde se sabía que jugar con la moneda era motivo suficiente para la cárcel. El diseño e implementación del producto estaba para resistir la censura, el ataque directo estatal para eliminar la red, y aún así poder hacer intercambios de dinero entre personas.


Mi primer encuentro con Bitcoin

Yo me encontré con Bitcoin en 2011. Tenía un servicio online llamado Kaya.gs donde se podía jugar Go en vivo en un sitio web con cualquier persona del mundo. Explorando la posibilidad de poner monedas virtuales para apostar o dar premios, googleo "Virtual Currency" y caigo en la página de Bitcoin.

Lo que vi era inexplicable. Un producto totalmente nuevo con incentivos extraños y una propuesta tecnológica desconocida. Al ver que el producto tenía costos de transacción altos y que tardaban 15 minutos en confirmarse, lo descarté para mi servicio, pero quería saber más de la comunidad y fui a los foros de Bitcoin.

Pocas veces sentí que entré en un nido de víboras como en ese momento. Bitcoin como comunidad era extremista ideológicamente y también enfocada enormemente en la especulación financiera. Se hablaba de gente comprando GPUs para armar mining rigs y para conseguir algo de Bitcoin tenías que hacer enormes vericuetos. Tan difícil que la manera más fácil de conseguir Bitcoin era minarlos.

Finalmente, un usuario de Kaya.gs me quiso pagar el servicio con Bitcoin y le acepté. 15 bitcoins que en su momento valían 7 dólares cada uno.


El boom de 2013 y MTGOX

En 2013 me mudé a San Francisco para trabajar en Scribd. Marzo de 2013 es una fecha inolvidable porque ocurrieron tres cosas: el dólar blue en Argentina se despegó del oficial y empezó la brecha cambiaria, saltando de 6 a 9 pesos; yo me mudé a San Francisco para un nuevo trabajo y una nueva vida; y Bitcoin saltó de 11 a 250 dólares para abril.

Cuando ocurrió esto, Bitcoin estaba en boca de todos. Era una verdadera locura que haya explotado tanto. Yo, afín al Bitcoin pero no un fanático, quise vender mis bitcoins en ese momento. La venta era totalmente regular. Tenías servicios que al recibir Bitcoin te mandaban saldo de PayPal, una especie de cueva digital.

Yo vendí mis 15 bitcoins a 60 dólares cada uno pensando que hice el trade financiero de mi vida. Mandándolos a una dirección online sin saber si me iban a pagar.

El exchange más grande del mundo en el momento era MTGOX, llamado así por Magic The Gathering Online Exchange. Era un exchange amateur con una implementación técnica espantosa y muy insegura, basado en Japón. Este exchange fue protagonista del hack más grande de su época de cripto. Perdieron más de la mitad de los fondos de los usuarios en un ataque presuntamente interno y tuvieron que cerrar las puertas.

El escape de los fondos de MTGOX congestionó la red de Bitcoin y explotó el precio de la moneda, que llegó a superar los 1.000 dólares.


Casos de uso y la reacción de Silicon Valley

Los dos casos de uso más populares de Bitcoin de la época eran Silk Road, un sitio de la Dark Web para vender drogas que operaba en Estados Unidos, y las apuestas online. Satoshi Dice era un sitio donde uno podía realizar apuestas que eran criptográficamente demostrables, es decir, que el sitio no podía hacer trampa sin que lo sepas, y nucleaban la mayoría de las transacciones de Bitcoin.

Existían, además de loterías y tontines, los famosos Bitcoin Ponzi's. Literalmente se llamaban Ponzi's. Ambos casos de uso fueron eventualmente cerrados, demostrando que Bitcoin no era garantía de impunidad.

Cuando Bitcoin explotó en marzo, las startups no estaban psicológicamente preparadas para este evento. Silicon Valley estaba muy acostumbrada a ser el centro de la innovación. Tenía pocos años de su primera revolución popular con Y Combinator que había transformado a la industria de elitista a una mucho más accesible. Pero aún así, como industria, está acostumbrada a ser el centro de la atención mundial. Aún las empresas extranjeras se radican en Estados Unidos y mantienen vínculos formales o no formales con la industria, los inversores y la comunidad.

Bitcoin fue distinto. Empezó más como un movimiento orgánico, sin un líder ni una concepción tradicional. No había nadie con quien hablar o entender nada. Solo una comunidad que inspiraba muy poca confianza.

En 2013, con la explosión de Bitcoin en los medios, muchas empresas adoptaron Bitcoin como medio de pago. Coinbase misma se posicionaba como un competidor de PayPal. Querían ayudar a negocios a aceptar pagos de Bitcoin en lugar de dólares. Coinbase fue realmente contrarian, a contracorriente. Aunque su unidad de negocios de merchant no prosperó, su posicionamiento en el mercado le dio enormes beneficios en el largo plazo.

Bitcoin no prosperó como sistema de pago porque con su popularidad subieron las network fees, el costo de transaccionar. La dificultad de resolver este problema hizo que la red no cumpla su promesa y perdió momentum. La crítica a Bitcoin era que era una moda, ya que su utilidad era muy limitada.


El surgimiento de Ethereum y las ICO

Crypto se calmó hasta que apareció Vitalik Buterin en enero de 2017. Vitalik había pasado por el proceso del Thiel Fellowship, un programa para abandonar la universidad y emprender, y revolucionó el espacio con su idea de una blockchain que sea Turing Complete, es decir, que sea una computadora.

Fue una apuesta realmente innovadora para competirle a Bitcoin y vino con ideas como las DAO, organizaciones descentralizadas para tomar decisiones, y los contratos inteligentes: un lenguaje y sistema para manejar código que corre en la blockchain.

Una vez más, esta innovación se hizo muy por fuera del ecosistema de startups. Vitalik no tenía una startup y manejó todo esto de manera independiente. Una innovación fueron los RC20, que era un contrato sobre Ethereum que te dejaba crear tus propias monedas.


Regulación, inversión y el boom de las ICO

Para entender lo que pasó luego, hay que entender cómo funcionan las inversiones en tecnología y en Estados Unidos. Estados Unidos regula celosamente lo que puede ser utilizado como moneda y le compita al dólar. Y también regula el mercado de capitales con la SEC, la Securities and Exchange Commission.

La SEC tiene un marco normativo y regulatorio con el supuesto propósito de mantener a los mercados financieros transparentes y seguros. Bajo estas reglas, crear una empresa y vender las acciones tiene todo tipo de limitaciones: lo que podés decir y lo que podés hacer. Y en consecuencia, el costo de armar financiamiento de proyectos es complejo y oneroso.

Una de estas reglas es el Accredited Investor. Para ser un inversor acreditado, uno tiene que tener un ingreso por arriba de 200.000 dólares anuales o más de un millón de dólares en activos. Las startups de tecnología solo pueden venderle acciones a gente que es acreditada. Esto genera una barrera artificial para el fondeo que le da una gran ventaja a los inversores institucionales y profesionales.

En la época de oro de Kickstarter, esto era un problema muy obvio. Los proyectos se querían fondear para existir, pero no podían dar participaciones en sus proyectos porque entrarían en el marco regulatorio de la SEC. Lo único que podían hacer eran preventas.

Estos requerimientos, en términos económicos, generan un build-up, una demanda insatisfecha de objetos de inversión. Y si uno pudiese librarse de esas reglas, podría conectar oferta y demanda.

Así surgió el boom de las ICO, Initial Coin Offering, donde la gente pedía fondos a cambio de entregar monedas cripto para varios proyectos. En el verano de la ICO, miles de millones de dólares de demanda insatisfecha terminaron en estos activos novedosos y, francamente, de muy baja calidad.

Esto creó un nuevo boom en 2017, terminando en diciembre con Bitcoin en 20.000 dólares. Ya con dos criptomonedas teniendo éxitos financieros descontrolados en el mercado, se volvió imposible ignorar el movimiento y los VC entraron en proyectos de ICO.

Coinbase se consolidó como el exchange más importante de Estados Unidos y se abrieron las compuertas. Cientos de startups de cripto nacieron y fueron fundadas. En esta época se creó OpenSea, donde actualmente trabajo como front-end engineer.

El espacio tenía aspecto de burbuja y se pinchó en enero de 2018, con Bitcoin cayendo rápidamente luego de la histeria. Finalmente, la SEC prohibió las ICO, ya que calificaban como securities, y el boom también desapareció.


Narrativas, desafíos y la integración de cripto en startups

La historia de los usos ilegales de Bitcoin, más la burbuja de las ICO y los encontronazos regulatorios, siguieron alimentando una narrativa común y negativa en contra de cripto.

En startups, el mantra más famoso es hacer productos que la gente quiera consumir, pero cripto obtiene un precio y una tecnología antes de encontrar casos de uso claros como con los productos tradicionales. Esto sigue siendo un desafío el día de hoy en cripto, donde la tecnología y el éxito financiero siempre anteceden al éxito comercial de un producto.

Mi respuesta a este paradigma de startups es que cripto tiene adopción de base. Millones de personas y miles de programadores están genuinamente interesados por el espacio, y en ese aspecto es una inversión en tecnología por tecnología en sí, y los casos de uso son secundarios.

Tengo otras defensas de cripto, de su utilidad, pero es mucho más interesante que haya gente poniendo plata y esfuerzo para trabajar en este espacio por tanto tiempo. Bitcoin tiene 13 años, y siguen con una misión y una visión del futuro de cómo tiene que ser.

Puede que cripto como espacio encuentre un techo en los fanáticos y early adopters, y no cumpla sus más grandes promesas de adopción. Pero si en el futuro se encuentra un caso de uso indiscutible, tan valioso que se piensa que no se puede vivir sin usarla, toda esta inversión va a ser necesaria para darle forma e infraestructura.

Además, desde 2017 que la comunidad de startups está involucrada, y eso es bullish. No hay mejor máquina de generación de productos con utilidad y negocios que esta industria.


Cripto y fintech en Argentina

Para 2020 empezó una revolución en el mercado de fintech. Startups que digitalizaron y crearon experiencias modernas de banking coparon la industria. No se puede mencionar cripto sin hablar de startups fintech de Argentina: Lemon Cash, Belo y Buenbit.

Estas empresas se basan en modelos mixtos de finanzas para ayudar a la gente en la moneda local y en cripto en simultáneo, haciendo más fácil y accesible la adopción de cripto. Otras empresas en el mismo espacio incluyen a Reserve, Airteam o Charge. Lo último, basado en El Salvador y fundamental para la estrategia del presidente para adoptar BTC como moneda local.

Las startups más explosivas del 2020-2021 fueron en cripto. Para 2022 esto se pinchó otra vez, pero mucho más en precio que en uso. Todas estas plataformas tienen millones de usuarios que interactúan frecuentemente con cripto: comprando NFTs, intercambiando monedas y manifestando proyectos internos. Y no solo eso. Las plataformas que se han convertido en cripto se han convertido en un mercado de inversión.

Para esta altura, cripto está totalmente asimilada en la industria de las startups. Cripto agarró al mundo por sorpresa, y aunque hoy parece inevitable, tomó mucho tiempo en ganarse la confianza.

Tecnología es la industria de la innovación, pero uno nunca sabe cuál va a ser la innovación que perdure y la que no. Es la industria de no saber qué va a pasar, y hasta los expertos se pierden oportunidades.


Cierre y llamado a la acción

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