Tecnología Informal

083. Las vacaciones deberían ser ilegales

  • 42:28
  • Tue Dec 16 2025
  • Temporada 2 • Ep. 45
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En este episodio vengo a defenderme de una acusación injusta: que escribo bait en Twitter. No es bait. Es lo que pienso, aunque a veces incomode. Cuento cómo se fue armando mi forma de twittear: desde los primeros virales hasta los Scissor Statements, el timing, la hive mind y por qué un chiste puede darte reconocimiento pero nunca credibilidad. Explico qué pasa con los anónimos, por qué Twitter no es un debate intelectual sino un entrenamiento para el animal moral, y cómo terminé con la etiqueta de “Conanbait”. Un episodio sobre la cocina de mis tweets, el trasfondo de las peleas en Twitter y por qué escribir con tu nombre es la única forma de bancarte lo que decís. 🔗 Encontrá todas nuestras búsquedas abiertas en: silver.dev/jobs 🎓 Prepará tus entrevistas con Interview Ready: ready.silver.dev #Twitter #TwitterArgentina #Bait #HiveMind #Viralidad #ComunidadTech #RedesSociales #Startups #SilverDev #TecnologíaInformal

Ni abro Twitter. No, no lo necesito. Ya sé que la pegué.

En Twitter hay dos tipos de personas. Los enfermos mentales y los que se aprovechan de los enfermos mentales.

Yo creo que la sociedad es mucho mejor por tener un lugar donde hay una batalla sobre la moralidad y lo correcto.

Me dicen que es bait. No, no es bait. Es verdad. Es realmente verdad lo que estoy diciendo.

Yo digo, bueno, las Malvinas no son argentinas.


En este episodio de Tecnología Informal, vamos a hablar de un tema recurrente: una terrible difamación que sufro por parte de las redes y especialmente la comunidad argentina, que dicen que escribo bait. Llegaron hasta a apodarme "Conan Bait", ¿no? Bueno, este es un episodio donde voy a defenderme de estas injustas acusaciones y voy a hablar mucho de una red social, la mejor red social de toda la historia, que es Twitter. Sí, Twitter, no X, es Twitter.

Voy a contar un poco cómo empecé a armar presencia ahí, a trabajarlo, a usar la plataforma. Yo la uso hace 10 años, siempre como consumidor: miraba noticias, seguía gente, ese tipo de cosas. Más allá de que escribía tweets con opiniones, no tenía mucha repercusión, en gran parte porque escribía en inglés para Estados Unidos y no tenía tanto following allá, ni escribía con regularidad, y nunca había tenido viralidad o followings en 10 años de usar Twitter.

Creo que para enero de 2023 tenía 500 followers, mil como mucho. Pero cuando decidí volverme a Argentina, dije: "Vamos a hacer un poquito de presencia en redes, como marketing, como acercarme un poco a la audiencia", especialmente pensaba mucho en la audiencia del podcast en ese momento. Pero dije: "Vamos a empezar a hacer presencia, que la gente me conozca", y empecé a postear en Twitter.

Cambiaron un par de cosas en esa época: empecé a escribir en español, y también cambió la administración de Elon. Creo que cambió mucho la dinámica de cómo postear en Twitter. Yo tenía una cuenta muy shadowbanned dentro de lo que era Twitter, a pesar de que no hacía mucha militancia ni nada, y además se acabó todo el tema del verificado y toda una historia de cómo cambió la posibilidad de ser un creador de contenido en Twitter.

Por ahí mis primeros tweets que empezaron a pegarla no tenían nada que ver con tech, fueron tweets de observaciones sociales. Me acuerdo el primero que tuvo realmente repercusión fue el de las fachadas tercermundistas. Estaba buscando un lugar para alquilar, para quedarme con mi hija después de la mudanza, y veo un edificio que decía "piso alto con vista a la ciudad". Las fotos eran de edificios con fachadas hiper mugrientas, todo sucio, sin lavar hace 10 años. Puse algo como "qué tercermundistas son las fachadas de Argentina" o algo así, y el tweet empezó a levantar. Dije: "Guau, qué interesante", empecé a descubrir un poco los números y en un momento llegó a 500.000 views.

En esa época tenía el programa de coaching y puse abajo del tweet: "Si sos programador y querés hacer 100.000 dólares anuales, bookeate acá y te enseño cómo". Hacía una promoción que me traía bastante gente, al menos candidatos o tráfico al sitio web. Pero los virales son muy divertidos, especialmente los sociales, pero no son grandes mecanismos de conversión. Porque vos decís: "Uy, 500.000 views", pero 495.000 eran de no programadores. Entonces, de los 5.000 que me quedaban, si el conversion rate era 0,1%, me quedaba muy poco. Maximizar los views no es necesariamente útil para un negocio o para un canal que vos tengas. Eso es algo que descubrí en su momento.

Pero sí me di cuenta que los programadores llegaron a ver los sociales y me empezaron a reconocer. Me causó gracia que uno de mis primeros tweets exitosos fue el del pan bimbo. Es un tweet donde hago un comentario sobre que si sos programador y hacés mucha plata, no deberías malgastártela. El programador en el súper y estoy con el pan bimbo artesanal. Ese la pegó por gracioso, no por bait. Me metí en una comunidad, la de Pablo Fernández, en Telegram, y alguien me dice: "Ah, vos sos el del pan bimbo". Dije: "Wow, la gente me empieza a ubicar por un tweet social, nada que ver". De hecho, una de mis banners de Twitter era "sos el del pan bimbo".


Patrones de viralidad en Twitter

Creo que la viralidad en Twitter, al principio, la logré con varios de esos tweets sociales. Hay dos grandes patrones de un tweet que la pega en Twitter. El primero, el que más usé al principio, era el gracioso. Hacer un tweet gracioso en general pone a todos del mismo lado. Algo que le causa gracia a alguien hace que lo compartan y eso le da mucha viralidad. Pero los tweets graciosos convierten cero, pero cero. No te ven con seriedad, con profesionalismo, con marca, nada. Aún si lo ven los programadores, por ahí te ubican, un poquito de branding podés hacer, pero no te transforma. El chiste que más la pegó de todo lo que hice fue el de Scioli y Alberto Fernández, creo que llegó al millón de views.

El otro patrón de tweet viral es lo que se llama un scissor statement. Scissor porque es cortar al medio. Son declaraciones que al que lo lee lo ponen en una caja o en la otra. En general es una especie de river-boca, una profunda polarización de la gente que lo lee y siente que tiene que decir algo para la otra parte. Es decir, están los A y los B, y la gente tiene que sentir que está en uno de esos dos para contestar.

El scissor statement por excelencia de la historia de la humanidad es el blue dress y white dress. Uno donde nadie se jugaba nada, no había nada que perder, y era: alguien lo ve azul y alguien lo ve blanco, y llegó a decenas de millones de views, no sé cuántos millones, cientos de millones. Una sensación viral total, justamente porque había gente que lo veía azul y gente que lo veía blanco. Cortaba a la gente, cortaba al que lo miraba.

Lo que termina pasando con los scissor statements es que así se vuelven políticos, morales. Esos son los más populares, los que llegan a pegarle a todos, pero en general tiene que tener este efecto de ponerte a vos en una caja para que empatices y sientas algo al respecto.


La hive mind y la viralidad

En 2023 y 2024, estaba bastante en Twitter, fue una época bastante gloriosa de mis escrituras ahí. Eventualmente empezás a sentir un gustito por lo que yo le digo la hive mind. Hay como una conciencia colectiva de Twitter y lo que me empezó a pasar es que yo decía: "Si escribo esto, la va a pegar", como que sabía que la iba a pegar. Muy poca técnica, porque me doy cuenta cuando la pega uno: si tiene mil views en una hora, la va a pegar; después llegan los 3.000 o 4.000 a las dos horas, a los 9.000 a las tres horas, y ahí es la curva exponencial. Casi todos mis tweets virales tuvieron ese camino. De hecho, cuando hacía uno de estos tweets, miraba la hora, decía "mil views", y decía: "Chicos, es viral, la pegamos, ya está".

Lo que más me sorprendió de sentirme conectado con la hive mind es que había tweets que los escribía y sabía que la iban a pegar. El tweet de Scioli lo escribí y dije: "Este la va a pegar". El de la familia tradicional también. Me acuerdo que estaba en casa, lo escribo, lo mando, me voy a bañar, me preparo, voy a la oficina, ni abro Twitter. No lo necesito, ya sé que la pegué, es como que ya sabía que le iba a pegar. Ese es un excelente scissor statement.

Lo que me sorprendió mucho es el de ahora, el número uno, mi tweet con más views de todos los tiempos: el de "las vacaciones deberían ser ilegales". Cuento en la charla con el pelado nerd cómo fue: simplemente un candidato, estuvimos dos semanas empujando a un candidato para que lo entrevisten y cuando el cliente dijo "sí, lo voy a entrevistar", el candidato nos dijo "no, me voy tres semanas de vacaciones". Y yo, de bronca, de frustración, dije: "No, esto no puede ser, las vacaciones tienen que ser ilegales". Nos reímos en la mesa, lo publico el tweet y me olvidé del tema. Ese no sabía que la iba a pegar, pero bueno, llegó a más de 4 millones de views.


El tweet del Tetris y el lore tech

De los tweets importantes que hice, el momento inception donde nací en la comunidad tech, donde volví un poquito parte del lore, fue el 11 de agosto de 2023. ¿Por qué me sé la fecha? Porque el 14 de agosto es el primer día de Silver donde entró Santiago Barraza y el 9 de agosto es cuando Santiago aceptó la oferta de Silver. Entre que aceptó la oferta y vino a trabajar, se tuvo que ver que su próximo jefe era el meme del fin de semana de toda la comunidad tech.

Lo que pasó con ese tweet es que yo, el viernes o jueves, estaba con un cliente nuevo, tenía un cliente hace poco tiempo que era Ramp. Ramp es la empresa más exigente del mundo, me encanta, es un productazo, una empresa muy famosa, me encanta lo que hacen con talento, me encanta el producto, me encanta todo lo que hacen. Era una empresa que tenía presupuesto para pagar cualquier cosa, entonces la vara era altísima. Cuando digo la vara altísima, digo que dentro de San Francisco la vara era alta, para EEUU era una vara alta.

Yo ponía la plata, la publicaba, venía la gente, se anotaba para este proceso y venían como: "¿Por qué hay una live coding?" Y yo digo: "Me estás jodiendo, tenés que ser de las mejores live coding del mundo, no podés venir con esas cosas". Estaba bastante frustrado con esa búsqueda, Silver recién empezaba, entonces tampoco conocía tanto al mercado de talento argentino. Me acordé de mi entrevista, yo hice una entrevista de hacer un Tetris para Triplebyte, que es la que recuerdo como la más ambiciosa de las entrevistas que hice, y dije: "Mirá, si vos querés un laburo que paga 200.000 dólares al año, tenés que poder hacer el Tetris, y el Tetris está dos niveles arriba de lo que estás acostumbrado, al menos para el mercado de talento argentino".

Eso fue un viernes, tiro ese tweet, no la pega tanto, es un tweet que está bien, para mí no es la gran cosa, tiene algunas joyitas adentro, después uno va descubriendo qué es lo que hace que un tweet, por cómo está escrito, mejora, pero está bien, es normal. Pero lo que hizo ese tweet muy popular fue que al día siguiente Gonzi se levanta, agarra ese tweet y lo retuitea y se queja de la empresa que haría ese tipo de entrevistas. Ahí él abusó de toda una audiencia de 50.000 personas, no sé cuántas tenía, contra mi audiencia que yo tenía 800, 1.500 como mucho, y explotó de ahí, levantó el tweet, ahí se volvió hiper viral. El timing ayudó mucho porque era un sábado, todo el mundo se volvió loco, fueron 24 horas, entre sábado y domingo fue el tema de todos lados, salí en MiduDev, salí en MouraDev, empezó la gente a hacer los vídeos con el Tetris, se volvió como una inception.

Fue gracioso para mí porque mientras el debate era "¿quién es este tarado que hace el tweet?", conseguí tres clientes nuevos. Tres clientes dijeron: "Este tipo sabe lo que es una entrevista difícil, yo tengo entrevistas difíciles, y él va y le dice a la gente que se prepara y me la filtra, listo", y conseguí clientes con eso. No lo pensé que lo iba a conseguir, pero lo conseguí porque, bueno, es lo que pasa con posicionamiento y marketing, como explico en el episodio.

Después de eso empecé a hacer más tweets mucho más orientados a nuestra industria y empecé a tener tweets que tenían cierta viralidad, llegaron a los 100.000, 200.000 views, pero viralidad dentro del nicho. Estuvo el tweet del Hotmail y Android y iPhone, ese tweet estoy muy orgulloso de cómo está escrito porque tiene como doble tier: digo "che, no usés Hotmail", y la mayoría está de acuerdo con eso, pero después digo "bueno, usar un Android es como usar Hotmail", y la gente se puso en una caja y lo moviste a la otra, y es un scissor statement brutal. Así que clack, y bueno, se volvió loco, me han contestado sitios de empresas, retuiteaban el tweet puteándome, así que espectacular, fue muy divertido.


¿Es bait o no es bait?

Claro, yo hablo de estos tweets y me dicen: "Ah, Gabriel, entonces escribís bait, estás haciendo eso para conseguir leads para tu negocio, que te vean y qué sé yo". La realidad es que no, a mí no me gusta que le digan bait a esto que escribo yo, porque a veces hago un poquito de sátira y es como eso, obviamente la sátira no es real, pero yo digo en serio lo del Hotmail: Hotmail queda mal, Android queda mal, quedan literalmente mal, y lo escribo yo en un ejercicio de expresión de mi día a día en el trabajo. Estoy acá y le mando un currículum a un cliente, y el cliente me dice "Hotmail", y yo le digo, "¿y bueno, qué querés que haga?" Me pasa eso, entonces después voy a Twitter y le digo: "Chicos, no usen más Hotmail, no ven que quedan para el culo", y yo pienso así, y después la gente se enoja. Yo claramente me cago de risa de esas cosas, y después encima me dicen que es bait. No, no es bait, es verdad, es realmente verdad lo que estoy diciendo.

En ese aspecto, rechazo completamente que me digan que escribo bait. Por eso digo: no escribo bait. Yo digo esto porque quiero que la gente cambie sus patrones de comportamiento, realmente lo estoy tratando de persuadir dándoles información empírica y correcta de la industria. Pero además, suponete que yo quisiera escribir bait, tampoco hay una receta mágica donde vos escribís algo y sabés qué es lo que la gente se va a enojar. A veces los sentí, pero no los planifiqué, fueron ideas que se me ocurrieron en algún momento, dije "esta para mí va a pegar", muchas veces pensé algo que iba a pegar y no lo pegó, y bueno, a veces escribís una boludez y la pega. Hay algo muy orgánico en eso, porque depende de muchas cosas: del timing, de cómo lo escribiste, de un montón de cosas.

Mi cuenta tiene 38.000 tweets, un montón, es una locura, pero virales que hayan pasado los 100.000 views serán 20, 40, no son tantos. Entonces, ¿quieren que escribo bait cuando menos del 1%, menos del 0,1% de los tweets que escribo son así? No sé, yo no diría que escribo bait, para mí es bastante infundado. Pero reitero, hay un poquito de técnica en todo esto. No es que por más que uno no lo pueda controlar, uno quiere ese componente orgánico, sí hay cosas que uno, cómo los escribe o cómo los hace, ayudan a que los tweets la peguen.

No voy a decir que soy un genio, tengo una cuenta con 12.000 seguidores nada más, que es muy poco, están bastante segmentados en programadores, pero son pocos. Hay gente que tiene 50.000 seguidores y escriben cualquier boludez. Pero un poquito aprendí. A mí me gustaba mucho Nikita Bier, que lo escribió este podcast desde cemento y ahora es el Head of Product de X, de Twitter, una locura. Él siempre jugaba un poquito con los tweets, cómo escribirlos, cómo decirlos, y estaban muy buenas algunas cosas. Él dice: "El tweet tiene que tener algo equivocado que sea obvio, tiene que decir algo fuerte, pero que tenga un detalle equivocado que la gente se enoje por tu tweet y te lo quiera corregir, y cuando te lo corrige le da exposición a tu tweet a toda su red". Después de que 10 o 20 lo hagan, está todo bien. Es como decirte: "Deberían prohibirse las facturas con dulce de leche, excepto sean un cubanito", viste. Y después alguien te dice: "Bueno, pero el cubanito no es una factura", y la gente te contesta y eso es lo que le da viralidad a tus tweets. El error tiene que ser obvio y fácil de corregir y que la gente te lo quiera contestar con bronca, esa es una de las técnicas.

Otro es el timing. Experimenté bastante con el timing a nivel de hora del día. En general, lo que me di cuenta es que la mayoría de los tweets que tienen viralidad hay que hacerlos en Argentina entre las 8 y las 9 de la mañana, porque necesita ese envión hasta que llega el mediodía, y cuando llega el mediodía y la gente tiene su recreo del trabajo y chequea Twitter, ve cuál es el tweet más popular del día y ahí aparece el tuyo y ahí le pegan. En general, hay que tuitear a la mañana.

Después hay un tema de timing de calendario. Creo que la razón por la que "las vacaciones deberían ser ilegales" fue un tweet tan popular es que lo pegué en la última semana de febrero, cuando la gente estaba volviendo de las vacaciones o pensando en las vacaciones y dijo: "Esto me produjo una angustia total porque me recordó mi trabajo", viste. Eso hizo que sea muy viral.

Hay otro patrón que diría de los tweets que la pegan mucho: creo que la sociedad humana tiene un hábito que excede a Twitter, que es que a la gente le gusta repetir una idea para manufacturar una realidad humana. Es una cosa ritualista, es como que hay algo que yo digo que todos tienen que repetir y todos van repitiendo y yo lo repito para pertenecer, y como que todos empiezan a repetir un mensaje pero no tiene nada que ver con que si es verdad o no, es el acto de repetir una idea y ponerse en el lado de esa idea, aunque en el fondo sepas que son falsas.

Peter Thiel hace un comentario muy interesante de esto, que es mucho más de la época woke que de viralidad de Twitter, pero dice: "Si mucha gente dice lo mismo y se enoja cuando alguien dice lo contrario, lo contrario es verdad". Esto es porque es un ejercicio de tribalismo, de saber dónde pertenecés. Repetirlo es decir "yo soy de este grupo" y si el otro es del otro grupo es un enemigo. Esto es algo muy evolutivo, es un remanente evolutivo de enojarse en preparación para una batalla entre grupos de monos, literal. Está en la sangre, no está en el cerebro, no está en la mente, está directamente en la fisionomía de nuestro cuerpo.

Vos podés provocar ese tribalismo, es ellos contra nosotros. Por eso el mundial evoca tanta actividad de Twitter, por ejemplo, porque genera este efecto de ellos contra nosotros: "Argentina es el mejor", "México es el mejor", viste. No puede ser cierto, alguien tiene que estar equivocado, la mayoría tiene que estar equivocado. No importa eso, porque es el acto de pertenecer, que puede ser una camiseta o puede ser una idea.

Esto creo que lo leí a Nikita decir esto, yo también pienso esto de Twitter: en Twitter hay dos tipos de personas, están los enfermos mentales y los que se aprovechan de los enfermos mentales, no hay nada en el medio, están solo estos dos tipos de personas. La realidad es que nosotros como seres humanos siempre tenemos momentos de falta de lucidez, de estar enojados, de estar emocionalmente afectados, de tener algún bache intelectual también, como pensamos, lo que sabemos, lo que tomamos como cierto pero es falso, y nos toca jugar un poquito el rol del tipo que es enfermo mental y el rol del tipo que se aprovecha de los enfermos mentales.

Cuando la gente promueve un tweet, o sea, aparece un tweet y se enojan y te dicen "mirá este hijo de puta, mirá lo que dijo, mirá lo que hizo", te está promocionando porque él no está logrando convencer a otro de que sos un hijo de puta, él solo está expresando la idea de "yo pienso que ese es un hijo de puta", pero todos los otros no necesariamente piensan lo mismo. Eso hace que la gente que te retuitea, que te comenta, que te hace todo eso, te da visibilidad, te da visibilidad porque comparte tu idea, aunque la odie, la comparte porque encima la comparte de la fuente, comparte tu tweet.

Por eso hay gente más avanzada de Twitter, el usuario más avanzado de Twitter hace subtweeting, es como que habla del tema pero no te menciona porque no quiere darte el premio de la atención, no quiere darte eso porque sabe que ahí estás trabajando para el otro. No sos un consumidor, cuando alguien lee un tweet y vos lo lees y lo compartís enojado, sos un consumido, sos el producto, sos la herramienta con la que el productor llega al consumidor que es otra persona que por ahí lo convierte en una venta, en un seguidor, etc.


Cuentas anónimas y feedback

¿Cómo evitás entonces ser el enfermo mental de Twitter, el tipo que es consumido? Para mí, una de las cosas que más te arreglan de no caer en ese grupo, de no caer en esa dinámica, es no tener una cuenta anónima. A mí siempre me molestaron las cuentas anónimas, me molestan en Reddit, me molestan en Twitter, y entiendo el rol que cumplen, especialmente en la Internet, te dan impunidad. Por ahí podría decirte que fue muy buena la época woke, donde te censuraban o te podían cancelar al trabajo, o sea, no podías tirar opiniones arriesgadas. Yo, por ejemplo, no tiraba opiniones arriesgadas porque si iba y decía lo que pensaba, por ahí me despedían. Para mí no tengo opiniones arriesgadas, pero creo que todo el mundo tiene opiniones que son contratendenciales, y alguna vas a tener donde tenés miedo de decirla, porque no sabés las consecuencias de simplemente expresar tu idea.

Está la tentación de ser una anónima y decir todo lo que se te ocurre, y decir cosas además que no pensás, o cosas aún peores que eso. Es muy beligerante la gente con la cuenta pseudónima o la anónima. Vienen a putearte, atacarte, amenazarte, y es raro porque no lo harían con su cuenta de verdad. Eso es porque la cuenta anónima te encierra en un estado mental particular, te encierra en la operación "sos enfermo mental", porque como todo lo que decís se desimpune, no tenés feedback. No hay cosas que vos dijiste por las que pagaste un precio, pero si lo decís con tu cuenta personal, pagás un precio. Por lo tanto, tenés que tener un buen grado de confianza de qué es lo que vas a decir. Tiene que ser más legítimo.

De hecho, la mayor cantidad de bait truchos de gente que trata de enojar viene de cuentas anónimas, porque no lo piensan de verdad, no lo dirían, y no quieren ver el lashback de sus ideas de verdad. Pero cuando vos ponés con tu nombre lo que opinás, lo que decís, tiene mucho más peso, es mucho más real, y vas a recibir feedback negativo. Y está bueno, porque sabés cuándo tenés que elegir las batallas, cómo lo expresás, tenés sensibilidad sobre el valor de lo que decís. Cuando pensás en esas cosas, te volvés más fuerte, te volvés más balanceado, no tenés vergüenza de opinar las cosas que opinás.

Esto es pensamiento de sistemas. El feedback y la velocidad a la que lo recibís es un indicador de qué tan bueno se va a volver tu sistema. Si estás con una cuenta anónima y nadie te contesta porque es una cuenta anónima, puteás y no te pasa nada, nunca te corregís. Ahí creo que el anónimo es el que está más atrapado en ser el enfermo mental de Twitter.

A mí nunca me gustó ser el anónimo. Me parece que hay que bancarse lo que uno dice, hay que aprender a bancarse lo que uno dice. Yo me he peleado con gente en Twitter, me he peleado con gente importante. Alguien que me gusta mucho, que dice que vos en Twitter deberías putear un montón y que putear en Twitter o pelearte en Twitter es una indicación de status, de ser based, de hacer todo eso, es Taleb. Nassim Taleb dice que putear con tu cuenta de verdad, con tu nombre de verdad, es una indicación de high status. Yo lo puteé a Taleb porque, bueno, no lo puteé, le dije que era un apologista de la pandemia porque él decía que había que encerrar a la gente y ponerse la máscara todos los días. Le dije al final: "Sos un comunista" o algo así, no me acuerdo qué le dije, me bloqueó. Pero bueno, igual la figurita de Taleb bloqueada en Twitter la tienen todos porque bloquea a todo el mundo. Pero bueno, putear con tu cuenta anónima te hace débil y putear con tu nombre te hace fuerte. Eso es muy importante.


El rol de Twitter en la sociedad

Pero vos decís: "Bueno, Gabriel, ¿por qué hablás de puteadas y estas cosas? ¿Twitter qué es? ¿Es para tratarse mal nada más?" Y yo pienso que no, porque hay mucha gente que abandona Twitter diciendo "me hacía mal, me hacía sentir enojado, no lo podía controlar". Lo entiendo, puede ser saludable para una persona. No digo que lo tengan que hacer todos, pero creo que Twitter como red social cumple un rol muy importante en la sociedad, una especie de vacuna contra la indignación.

¿Para qué vamos a Twitter? Si lo que tenemos es un conjunto de gente que te putea y tenemos una dinámica donde la gente se lleva la contra todo el tiempo. No es una red sobre colaborar o compartir, no es como Instagram que es un tipo de propaganda. Es un lugar donde vas a discutir y pelearte, a sentir cosas. Creo que ese sentir cosas es muy bueno porque nos animamos a desafiarnos, vamos a buscar las ideas. Una red que eleva esas ideas que enojan a la gente hace que la gente se vacune contra eso. Es más de lo mismo, te asusta menos una idea que ya viste, porque la viste, sentiste una emoción, tomaste una decisión de qué lado. Creo que la sociedad es mucho mejor por tener un lugar donde hay una batalla sobre la moralidad de lo correcto.

Y voy a decir algo: la hive mind de Twitter aprende. No es siempre igual, no es que todos los días es lo mismo, por ahí sentís que es todo lo mismo, pero no es. Todos los tweets que tuve virales, probé armarles, cambiarle el contenido pero mantener el formato, cambiar el pan bimbo por la leche barista de La Serenísima. No funciona, no funciona, no podés repetir lo mismo. Es muy difícil repetir tweets y eso significa que el sistema aprende. Es más, cuando hago uno que tiene el contenido cambiado con el mismo formato, me decían "este es repetido". La gente se daba cuenta, se da cuenta al toque. El mismo formato no funciona dos veces. No puedo repetir Tetris, no puedo repetir el de la leche, no puedo repetir el de Scioli, no puedo repetir el de familia. Cada uno tiene un cierto concepto de único. Y eso porque está pasando algo, le pasa algo a la gente que consume Twitter. Mejora, se vuelve más fuerte.


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Twitter y el debate moral

Cuando digo que empuja los límites de lo que pensamos, ojo con pensar que Twitter es un lugar donde hay un debate intelectual. Porque es obvio que no, es muy baja la calidad del contenido intelectual, de los argumentos, del debate, es muy incómodo seguir un thread, la gente se malentiende todo el tiempo. Es un mercado de ideas, pero no es un mercado de ideas formales e intelectuales, es un mercado de ideas morales, de sensaciones, de reacciones morales.

Esto es algo muy importante que quiero explicar sobre Twitter. Hay un libro muy bueno que se llama The Righteous Mind de Jonathan Haidt, que habla muchísimo de temas modernos de sociedad. Ese libro me cambió mucho la forma de ver a la sociedad en su totalidad, porque dice que hay como un mapa moral, un conjunto de valores fundamentales y que uno se va alineando en base a estos distintos esquemas. Cuando te enfrentás con una situación, primero la evaluás con ese esquema moral y después vienen las ideas con las que vas a defender tu postura. En ese orden.

El libro lo recomiendo bastante, está buenísimo, tiene insights de experimentos maravillosos. Hay toda una sección de la anatomía de hacer trampa, de si hacer trampa está bien o mal. Hago un ejemplo parafraseado: la propensión de hacer trampa depende de si te sentís identificado con los tramposos. Ellos lo hacen con universidades, pero es como decirte que en el experimento podías hacer trampa y cobrabas más plata si hacías trampa. Y hacían como que, bueno, si vos tenías la remera de River, ponían a alguien con la remera de Boca y el de la remera de Boca hacía trampa, el de River no hacía trampa. Pero si el que hacía trampa tenía remera de River, el de River hacía trampa. Es decir, la gente decide si hacer trampa está bien o mal si se siente identificada con la gente que hace trampa o se siente desidentificada con la gente.

Habla de cosas muy divertidas de eso. Por ejemplo, el efecto de un ojo dibujado. Si dibujás un ojo en una hoja de papel y lo ponés en la sala, la gente hacía menos trampa con un dibujo porque les metía la idea de que estaba siendo observado, aunque era evidentemente falso. Es más, funcionaba poner una cruz cristiana. Aunque seas ateo o agnóstico, ponés la cruz cristiana y hacés menos trampa. Estás pensando que hay algo sagrado. Yo no creo en eso, pero hay algo ahí.

Y eso es lo que pasa cuando le preguntabas a la gente "¿por qué no hiciste trampa?" Te dicen "no, porque hacer trampa está mal". Y el entrevistador ya sabe: "No, porque viste la cruz". Yo ya sé que la cruz te afectó. Esa es, por ahí, la gran lección del libro: tenemos una reacción moral y después la justificamos con palabras.

En el libro habla de seis mapas morales: lo que considerás puro, la libertad, la compasión, la autoridad, etc. Hay seis valores y él iba preguntando a distinta gente de afiliaciones políticas ciertas preguntas para ubicarlos en un mapa. Tiene una de esas encuestas online donde te dice si sos libertario, monárquico, etc. Por ejemplo, los libertarios responden a todas las preguntas sobre la libertad como lo más importante y a todas las otras cosas no les importa tanto. La gente responde distinto a las mismas ideas, responde con una sensación distinta.

Pero aunque la gente tiene estos mapas morales con los que después va a argumentar por qué piensan lo que piensan, no están sobre piedra. Se pueden modificar. Los podés cambiar. Podés cambiar la reacción de una persona de muchas maneras. Podés gestionar cómo la gente se va a emocionar. Esto es lo central de la militancia política en general. La militancia política no tiene un rol de hacer un argumento intelectual. Porque el argumento intelectual es falseable. Te puede salir mal. Podés no creerlo. Puede ser falso. Es muy complejo. La gente no toma una decisión en base a eso. La gente toma una decisión en base a lo que siente.

Entonces, cuando sos un político y querés configurar a la gente porque te conviene, qué sé yo, que YPF sea nacionalizada o estatizada, no decís: "Va a ser bueno, vamos a tener un aumento de 5% del consumo de energía". No hablás así. ¿Qué hablás? "YPF es Argentina. Vos sos argentino. YPF es Argentina. Sentite identificado con eso". Y después vas a inventar los argumentos para decir que YPF debería ser estatizada. De eso se trata la militancia política.

Jonathan Haidt habla de esto específicamente porque era consultor político. Lo contrataban para ir y hablar de las campañas. Y él les decía: "Dejate de hablar de cosas formales y hablá de los esquemas morales que tiene la gente. Hablale directamente a la sensación. La gente va a argumentar sus cosas por su propia cuenta después".

Es muy importante esto porque que te configuren tu reacción moral es algo que pensás que lo hacés por tu propia cuenta. Es un engaño. Pensás que pensás por tu propia cuenta y en realidad sentís. Y sentís algo porque alguien te configuró para que sientas de cierta manera. Estás configurado. Estás inventado para controlarte. Es una cosa muy importante.


Bait, moralidad y configuración

Preparando un poco este episodio, tuve una salida con los chicos de Silver y estaba probando algunos baits en el grupo porque una versión de este episodio era: "Voy a escribir un montón de baits y a ver qué anda, a ver si la pego". Me preguntan los chicos: "¿A ver qué bait escribirías?" Estamos riendo, tomando una copa de vino y yo digo: "Bueno, las Malvinas no son argentinas". Y se puso duro todo, todo duro seco ahí. Santi me dice: "No, no podés decir eso". Yo digo: "¿Por qué no?" Les explico, les cuento todo esto de la moralidad y la reacción, y no importó. Igual no lo podés decir.

Es muy gracioso eso para mí porque las Malvinas efectivamente no son argentinas. Por eso tenemos un reclamo. Ahora no son. Por ahí en el futuro van a ser argentinas, pero hoy no son. Pero los políticos te dicen: "Vamos a ganar un reclamo en mi gobierno". No te dicen eso, eso es falseable, ahí pueden fracasar. ¿Qué te dicen? "Las Malvinas son argentinas". Te están configurando. "¿Vos sos argentino? Las Malvinas son argentinas". Te están configurando.

Esta configuración es muy importante en Twitter. Es muy importante en todos los medios. Los diarios tratan de controlarte con esto. Te tratan de configurar, de hacer que tu reacción vaya a su camino. Y Twitter ha sido realmente una revelación de la humanidad en este aspecto, porque es más descentralizado. Cualquiera puede tratar de reconfigurar a otro en principio. Por eso está esta idea de que es la plaza de las ideas, el marketplace donde la gente puede decidir y debatir cualquier cosa y tiene que, con un poco de fe, ganar la mejor idea, la que hace sentir a la gente mejor.

Pero si regalás ese espacio, hay una militancia política muy importante que puede llegar a dominar. Por eso fue muy importante para Elon comprar Twitter. Yo creo que Trump posiblemente no sea presidente si Elon no hubiese comprado Twitter. Hubiese sido dos años de Twitter anti-Trump, configurando a la gente. Todo lo que pasó con Trump, no voy a ser pro ni anti-Trump ahora, pero lo que pasó con Trump cuando ganó la primera presidencia fue increíble. Fue una máquina que prendieron para configurar a la gente y sentir angustia existencial con la palabra Trump. Configuraron a la gente a sentirse muy mal. Y Elon dijo: "Bueno, esta vez no lo voy a dejar pasar". Compró Twitter y eso como que lo bloqueó. Mucha gente pudo sentirse bien votando Trump. Toma tiempo reconfigurar a la gente. Toma esfuerzo, toma recursos, toma pensar en estos latiguillos, repetirlos una y otra vez, que te ataquen. Es un trabajo de marketing.

Yo igual no milito. No me gusta la palabra militancia. Asocio militancia con convencer a alguien de algo que vos no creés. Alguien que está en un partido y milita te dice: "Me hicieron militar a un muerto". Para mí, la persona que dice eso está mintiendo. Dijo: "Yo no lo quería a este, pero mi deber político era militarlo a favor de eso". O sea, a mentir, a reconfigurar otra gente para que sienta cosas a tu conveniencia, no una idea honesta. Repudio mucho el concepto general de militancia política. Pero sí expreso mis opiniones y mis ideas. Sí pienso en persuadir. Sí pienso que vos tenés que tener ideas y tratar de que la gente las comparta o las afecte. Pero no me gusta dejar que controlen mi animal moral, la sensación fundamental.

Eso sí, disfruto bastante que la gente se indigne, que me putee, que grite, todo eso. Me cago de risa. No me causa angustia, me causa gracia. Y esto es muy previo a Twitter. Me pasó con varios tweets, que gente de la secundaria con la que no hablaba, no hablo casi nunca, ven los tweets y se cagan de risa. Y seguro pensaron: "Y sí, ¿qué esperaba? Gabriel hacía esto en la secundaria". Es igual. Para mí es lo mismo, es la continuación de toda mi vida hacer todo esto. Pero no lo hago con el objetivo de enojar a la gente. Seguro que no. Me divierte que se enoje la gente, pero no es lo que hago. Y sí soy muy consciente de qué es lo que trata de convencerte la gente. No me gusta la gente que miente.


El animal moral y el debate

Pero vos decís: "Gabriel, todo este coso del animal moral y que la gente tiene una configuración, son todas boludeces. Lo único que importa en un buen debate es la parte intelectual. ¿Cómo lo argumentás?" Pero no funciona así. Realmente Twitter no funciona así y el debate no funciona así. Porque el animal moral es emocional. Si le das un argumento perfecto, hermoso, con un charla a alguien, pero la otra persona siente que está mal, no te va a dar la razón y no va a actuar de la misma manera. Va a hacer otra cosa.

Para mí el animal emocional es mucho más importante que el intelectual, pero el animal moral no es pelotudo. Y la única cosa, y yo lo hago mucho en Twitter y los que me siguen lo van a ver, que cuando la gente está muy apostada a estar alineada con ese animal moral, les hacés una apuesta, les ofrecés una apuesta y se muere todo. En el momento en que hacés la apuesta se prende el otro cerebro, que no es el moral, es el económico. Es el: "Che, ¿esto es cierto o falso?" Esto es mucho más real, es una máquina mucho más sofisticada y es cuando la gente corta lo que dice, la gente no se anima a apostar.

Twitter no es un lugar para tener minucias, no es un formato de tweet para tener debate, para ir y de vuelta, principalmente porque no hay conclusión, no hay finalidad. Si tuvieses un debate donde hay ganador y perdedor podría funcionar, pero Twitter no funciona así. A la gente le gusta sentir cosas, sentir cosas morales.


Explicación: "Las vacaciones deberían ser ilegales"

Como este medio sí me lo permite, voy a explicar un poco lo de "las vacaciones ilegales". Así queda un registro, porque me quedé con las ganas, porque el pelado nerd me dice: "Bueno, ¿pero qué pensás de las vacaciones?" Yo digo: "No vengas con ese tweet, soy invitado acá, no me voy a poner a enojar a la gente". La explicación larga es aburrida, así que los voy a aburrir a ustedes con explicar el origen de "las vacaciones deberían ser ilegales".

En realidad, correctamente, deberían ser "las vacaciones pagas deberían ser ilegales", porque las vacaciones como concepto de que un empleado tiene dos, tres o cuatro semanas al año que te las pagan, son una herramienta completamente ficticia de una relación laboral. No tiene ningún sentido, porque o se produce y eso se vende o no se produce y no pasa nada. Ese es el estado real de las cosas. Cualquier otro esquema que inventes es una distorsión de esa realidad básica.

¿Qué pasa con las vacaciones? Cuando decís: "Este trabajo tiene tres semanas de vacaciones pagas", ¿qué es lo que está generando? Está generando que la gente se tenga que tomar tres semanas de vacaciones. No es un esquema de libertad, es un esquema de coerción. Estás obligado a tomarte vacaciones. Y esta idea es rara, es como: "Pará, pero las vacaciones son buenas. ¿Cómo me obliga?" No, no son buenas. Si fuesen buenas, te las tomarías aún si no te las pagan. Porque esa es la realidad, y esa es la realidad de la gente que no está en una relación de empleado laboral, como puede ser un contratista, un independiente o un negocio, un indie hacker. El día que no trabajás no cobrás porque el día que no trabajás no hacés plata, no producís valor. Esa es la realidad concreta.

Cuando la gente tiene que pagar el precio por esa realidad concreta, es mucho más interesante el tipo de decisiones que toma, porque toma dos decisiones que los empleados no toman. Una decisión es que se toman menos vacaciones, porque no las pierden. Es más, no hay nada que perder. Y otros se toman más vacaciones, porque cuando quieren hacer un viaje largo, "me voy a ir a Japón un mes", se lo toman. La gente que no tiene vacaciones pagas, se toma menos y más vacaciones. Es algo muy interesante.

Bueno, yo estoy en contra de las vacaciones pagas. Para mí son una distorsión. No van, no generan bienestar, no generan plata, es simplemente un estatus del mercado que nos quedó, un rezago de una época donde las vacaciones se negociaron en pos de esquemas económicos viejos y que no aplican al mundo moderno y que cada vez van a aplicar menos porque cada vez hay menos gente en relación laboral de empleo.

Pero, ¿qué me voy a poner a argumentar esta cosa? ¿Te voy a mostrar un graficito de que la gente que no tiene vacaciones pagas se toma menos vacaciones? Y una vez que veas eso, la gente en Twitter me va a decir: "Che, qué campeón Gabriel, tenés razón, me enseñaste un montón, te puedo donar plata". No van a hacer nada de todo eso. Probé tweets de versión larga y a alguna gente le gusta, pero no genera nunca viralidad, porque no es el objetivo ni el valor de Twitter. Lo que es valioso de Twitter es ir y enojarse, es ir y enojarse porque estás entrenando tu animal moral.

Ahora, no significa que enojarse siempre te conviene, no. Está bueno pokear a ese animal, pero tenés que controlarlo, no tenés que dejar que otro te lo configure. Así que si digo cuál es la conclusión principal de cómo hay que usar Twitter, es que te tenés que dar cuenta si sos el consumido, si sos el enfermo mental, si sos la víctima de alguien que te está manipulando cómo te sentís y que te domina, y que después vos encima argumentás a su favor, porque querés que tenga razón.

Así que como mínimo, lo que te puedo decir es que el consumido encima la pasa mal, porque se siente mal, porque le dicen que se sienta mal, lo configuran. Y del otro lado, donde vos sos el que escribe las cosas, como mínimo es muchísimo más divertido.


Espero que les haya gustado. Si les gustó el podcast, denle follow para saber de los nuevos episodios y síganme en Twitter en @Conanbatt.